Cuando comenzó el virus en China, nadie se imaginó que en un par de meses iba a llegar aquí y nos iba a cambiar la vida tanto. El 15 de marzo comenzó el estado de alarma, y a día de hoy, seguimos y casi seguro que seguiremos hasta muy avanzada la primavera. Hay quienes dicen que en mayo comenzará poco a poco a regularse la vida social, comenzando de manera escalonada en los trabajos y por último la hostelería. También se comenta y se dice, que los niños y niñas seguramente no volverán a los colegios y que a partir de Semana Santa se termina el curso escolar, dejarán de avanzar materia y comenzarán a repasar lo aprendido hasta ahora.
Un sinfín de informaciones, todas todavía sin confirmar nada en claro. Lo único que si sabemos, es que el Covid-19 nos está trayendo consecuencias devastadoras a nivel de salud y económico. Pero esta nueva entrada en el blog, no es para hablar de todas las consecuencias negativas de esta pandemia. Sino para intentar ver las lecciones positivas de todo esto.
Primero nos ha unido como personas. Quien nos iba a decir, que todos los días a la misma hora íbamos a salir a las ventanas y balcones para agradecer y valorar a todos los sanitarios el gran esfuerzo que están haciendo por parar este virus y salvar vidas. ¡Esto nunca nos lo hubiésemos imaginado!
Otra lección positiva, y no es que antes no nos diésemos cuenta, pero es cierto que ahora es cuando más valoras lo que tienes y a quien tienes. Este aislamiento nos ha prohibido los abrazos, los besos, la socialización, la ausencia de contacto… Nunca antes nos habían entrado tantas ganas de dar un abrazo a nuestros padres, a los abuelos, a los amigos y amigas… el poder decir TE QUIERO. Y no quiero decir con esto, que antes la gente no se diesen abrazos, ni besos, ni dijeran te quiero… pero ahora, es cuando tienes unas ganas infinitas de poder estar con la gente que quieres.
Por eso, esta situación nos está enseñando a valorar la vida familiar y social que teníamos. Vivíamos en un mundo de estrés, vivíamos deprisa intentando siempre llegar a todo…
Así que por qué no ver el lado positivo de todo esto y ver que ahora podemos disfrutar de nuestros hijos e hijas, de nuestra pareja, de tus padres si es que convives con ellos… Poder pasar más tiempo con ellos es el mejor regalo que nos pueden dar. Tenemos que aprovechar con ellos a hacer esas cosas que nuestro día a día no nos lo permitía.
Ahora podemos charlar con nuestra pareja tranquilamente, disfrutar viendo una película, disfrutar haciendo manualidades o simplemente disfrutar leyendo una revista…
Es ahora, cuando más estamos valorando el estar todos juntos y disfrutarnos.
Y cuando todo esto acabe, que ojala acabe pronto. Tenemos que intentar seguir sacando chispas de esos ratos; de las charlas, de las comidas en familia, de los amigos, de los paseos por el campo, de una tarde viendo una película, de los juegos con tus hijos e hijas, de las manualidades, de las millones de ideas que tienen y nos quieren contar…
Tenemos que seguir…
DISFRUTANDO DE LA VIDA.
Familyon
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